Técnicas de estudio para niños: cómo mejorar sus hábitos en casa y en el colegio

tecnicas de estudios para niños

Imagina un pajarito volando. Necesita ambas alas para lograrlo. Tu hijo o hija es ese pajarito, que necesita de su escuela y su familia para “volar” y alcanzar su máximo potencial, la cúspide de su mente brillante.
En este blog verás como podemos ser, juntos, esas “alas” que ayudarán a tu peque a desarrollarse de manera integral; pues, aunque ayudándoles generamos en ellos la autonomía para alcanzar sus metas por su propia cuenta, mientras son niños siempre nos van a necesitar.

En nuestro primer articulo del blog hablamos acerca de los hábitos de estudio, en esta oportunidad conocerás algunas técnicas de estudio que pueden complementar el trabajo que hacemos en el Colegio Mentes Brillantes y desarrollar hábitos de estudio verdaderamente eficaces.

¿Cuál es la diferencia entre hábito de estudio y técnica de estudio?

Un hábito es un comportamiento que se repite de manera consistente y se da prácticamente de manera automática, mientras que las técnicas de estudio son las herramientas que se utilizan para aprender. Es cómo si el hábito se tratara de tener la costumbre de estudiar, mientras que las técnicas son las formas en que estudiamos.

Por ejemplo, puedes estudiar todos los días (hábito) después de comer y echarte una pequeña siesta en la tarde, y cuando estás estudiando, resaltas la información más importante (técnica).

¿Será que da igual la manera en que uno estudia, si al final, está estudiando de todas maneras?

Las formas en que estudiamos son tan importantes como el hábito de hacerlo. De hecho, puedes tener un muy buen hábito, usando técnicas poco eficaces. O emplear técnicas muy buenas, sin haber desarrollado un verdadero hábito. No se trata solo de estudiar y ya, sino de hacerlo lo mejor posible.

Recuerda, “Si un/a niño/a no aprende de la manera en la que le enseño, entonces debo enseñarle de la manera en que aprende” Ignacio Estrada.

Algunas técnicas de estudio comunes que puedes intentar con tus hijos e hijas.

1. Mnemotecnia

Consiste en generar asociaciones entre saberes previos y nuevos conocimientos, aunque en principio parezcan no tener relación. Recuerda que aprendemos por asociación, con lo cual es más fácil interpretar y darle sentido a la información cuando se relaciona con algo que ya conocemos o nos es familiar. Mira un ejemplo para aprenderse los colores:

2. Fichas doble-cara

Consiste en relacionar información en una tarjeta, de tal manera que se complemente lo puesto en ambas caras de la ficha. Esta técnica favorece la memorización y se ve de esta manera:

Como podrás notar, también se puede mezclar con la mnemotecnia, al realizar relaciones como la de la cóclea y el caracol. En cualquier caso, es importante tener en cuenta que, para aplicar bien esta técnica, debes:

  1. Colocar la información clara y necesaria, sin demasiado texto.
  2. Usar imágenes para facilitar la comprensión del texto.
  3. Poner la misma información, pero de manera diferente, a cada lado de la ficha. (Por ejemplo, de un lado se ve el caracol y la oreja, y del otro lado la explicación de lo que hace).

3. Mapas y esquemas

La información es más sencilla de procesar cuando viene organizada. Nuestro cerebro es como una máquina de encontrar patrones, por eso, la información organizada es clave para poder memorizar, comprender y utilizar la información de manera eficaz. Esta técnica aprovecha este importante principio de organización y consiste precisamente en ordenar o clasificar la información en mapas o esquemas, por ejemplo:

De esta manera, la información se comprende mejor que solo escribiendo en prosa. Y como ves, también puede utilizar representaciones graficas como en las técnicas anteriores.

4. Pomodoros

Esta técnica, aunque se conoce como técnica de estudio, más precisamente es una técnica para la concentración. Cuando estudiamos, es importante garantizar un buen uso del tiempo, esta técnica nos ayuda a optimizarlo, aprovechándolo lo mejor posible. En la imagen a continuación se describe su uso:

Recuerda que en YouTube puedes encontrar vídeos gratuitos, con alarmas, con técnicas pomodoro en muchos formatos: con sonido, sin sonido, de 25/5, de 30/5, de 45/10, etc., de acuerdo a la capacidad de concentración que tu hijo o hija pueda tener.

No todo son técnicas y hábitos de estudio…

Finalmente, es importante recordar que para aprender necesitamos que nuestro cerebro funcione de manera óptima, es por eso que queremos dedicar este cierre para recordarte algunas cosas importantes acerca de cómo cuidar el cerebro de tu hijo o hija para garantizar que pueda aprender:

Alimentación: Lo que comemos es lo que alimenta (o no) nuestro organismo, ¿Con que se está alimentando tu hijo/a? Recuerda que es TU responsabilidad lo que pones sobre la mesa y le enseñas a comer. Para una alimentación segura TU ESCOGES, no ellos. Los alimentos altos en azucares son perjudiciales para su salud y se han encontrado asociados a problemas de atención, de memoria, de impulsividad y agresión. Los niños necesitan: verduras, frutas, grasas, cereales y proteínas (vegetal y animal).

Sueño: Cuando dormimos, se consolidan las conexiones neuronales que luego se traducen en aprendizajes y habilidades. Un niño que no duerme bien o no duerme las horas suficientes, es un niño expuesto a las toxinas y cortisol acumulado durante el día, que no se pudo limpiar al dormir. Eso obstruye las conexiones y un proceso llamado “mielinización”, con lo cual se verán afectados procesos cognitivos importantes como: la memoria, atención y la regulación emocional.

La higiene del sueño y rutinas para dormir son herramientas claves para garantizar un buen sueño con tus hijos e hijas, básicamente involucran: ambientes tranquilos y oscurecidos, eliminación de pantallas, evitación de la actividad motora y acciones relajantes (baños, masajes, lectura de cuentos, etc).

Pantallas: Este es un tema amplio, pero te adelantamos en este blog que es importante que tu peque tenga limites en el uso de las pantallas (celular, tablet, televisor, etc.). Mucho tiempo frente a pantallas (más de una hora al día) representa un riesgo importante en el desarrollo del lenguaje, la calidad de la vista, el aprendizaje de conductas inapropiadas y, en las noches, afectaciones al sueño. En el próximo blog ampliaremos más este tema.

Autor: Daniel Torres
Psicólogo Especialista en neuropsicopedagogia